Lo prometido es deuda, ahí va la segunda parte.
¿Qué siento a un día de la boda?
– Inquietud: compruebo todo muchas veces, porque continuamente tengo la sensación de que me olvidaré de cosas importantes. A pesar de que he delegado algunas cosas sigo queriendo tener el control y comprobar que todo saldrá bien y que no nos dejamos nada.
– Dolor de estomago: Llevo así una semana. De hecho la semana pasada incluso tuve que hacer una paradita técnica por urgencias. Me dijeron que fue un Cólico Intestinal. En fin yo solo notaba que mis intestinos se retorcían, coso si se hicieran nudos y se apretaran por ahí dentro. Realmente tampoco hay nada para eso. Cuidar la alimentación y relajaaarse. Aún hoy cualquier cosa que bebo o como me da como ardores.
– Falta de apetito: Cosa que me va bien por lo que he comentado en el punto anterior. Como me dan ardores y molestias me apetece menos comer. Y me sienta mejor comer pequeñas cantidades muchas veces que no varios atracones. Lo digo porque cuando me entra hambre… suele ser de “ganas de comer mucho y de golpe”
– Ansiedad por lo dulce: Y esos atracones suelen ser de dulce ( fatal para la figura). Lo dicho, que de repente te apetece zamparte un bol de helado enterito. La lucha con mis antojos esta siendo duuuura muy dura. Ya me podría apetecer fruta o verdurita… pero que va!
– Manía por la limpieza: He pasado de conseguir sacar brillo al suelo a borrárselo de tanto pasar la mopa. No en serio, no paro de ver cosas que “podrían estar más limpias”. Pero ni dispongo de mucho tiempo ni de ganas. Así que creo que las cosas ya se van a quedar así hasta la vuelta de la luna de miel.
– Madrugones: Sigo con este punto. Ya he empezado a disfrutar mis días libres por la boda. Podría descansar y dormir hasta las mil. Pero a las 6 de las mañanas y si repito digo las 6. Estoy con los ojos abiertos como un búho y pensando ” cuando me levante tengo que mandar un mensaje a tal, y un email a cual, etc”. Quiero dormiiir
Seguro que habría un montón de puntos más que seguro que ni me doy cuenta. Mis nervios van a parar todos al estomago. Por lo tanto es lo que más sufro. A cada uno le da por una cosa diferente y suele ser el punto débil de uno. Intentar hacer ese esfuerzo y buscar momentos para relajarse. No se conseguirá al 100% pero sí llegar a mantener la calma aunque los nervios sigan estando de fondo.
A todo esto decir que colgaré algunas de las ideas de la boda para compartirlas y que le sirvan a futuras novias. Ya con más calma a la vuelta del viaje.